Las últimas noticias sobre los restos de una planeta en el interior de la Tierra constituye para mí un fuerte respaldo a mis principios.
En mi Cosmogonía tengo dicho que los planetas son estrellas en sus finales, que en su período fulgurante fueron incorporando restos y cuerpos con lo que formaron sus núcleos, la Tierra y La Luna ambas fueron estrellas.
Mercurio y Venus si lo eran ya no lo son, Marte pareciera fuera un planeta solitario que incorporó tardíamente dos pedruscos a manera de satélites.
La Tierra al menos tenía dos satélites, Tea y la Luna, la primera terminó en el interior de la Tierra con lo que aumentó sostenidamente de Masa, como para atraer a la Luna que por ahora escapa lentamente.
Al incorporar a Tea la tierra desarrolló un núcleo desproporcionado con el planeta.
En el Cinturón de Asteroides hay un espacio correspondiente a un planeta que falta, está su núcleo joyero, pero el faltante hay que buscarlo en el interior de Júpiter, una aspiradora que se encarga de hacer la limpieza para formar su núcleo.
PD) En inmediaciones de mi casa, hay una ciudad que se llama Villa Giardino, que antes se llamaba Thea, le cambiaron el nombre al pueblo pero no a la estación de tren inactiva que se sigue llamando Thea, lo que me permitió utilizarla como alegoría de esta nota de un planeta-satélite que estacionó en el interior de la Tierra.
Acaso estuviera habitado y aportaron la vida desde el interior que con el tiempo ascendien a la superficie.
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