Marte, que aún brilla en el firmamento nocturno, se encontraba el 31 de julio en oposición y más cerca a la Tierra, a tan sólo 57,6 millones de kilómetros. Esta notable imagen, captada una semana más tarde, muestra el disco del planeta rojo cerca de su tamaño máximo en telescopios terrestres, pero aún menos de 1/74 del diámetro aparente de una Luna llena. Las sombras superficiales regionales comienzan a reaparecer en esta vista a medida que la última tormenta de polvo aminora en todo el planeta. El polo sur brilla en la parte inferior y Valles Marineris se extiende a lo largo del centro del disco. Justo debajo está Solis Lacus, la región aproximadamente circular conocida a veces como el Ojo de Marte. Los tres puntos oscuros que hay a la izquierda del centro son los volcánicos Tharsis Montes. Texto Nasa
Lo primero que debemos decir y alegrarnos ante la cercanía es que no nos haya llegado el polvo.
En la tierra decimos siempre que llovió paró, aforismo que no tiene alcance para Marte, donde no llueve pero "espolvorea" con polvo en suspensión, si se me permite el neologismo, por tanto paraguas no pero si caretas.
Las sondas espero recuperen su capacidad de carga energética para continuar con la misión que tal tengo entendido se encuentran suspendidas.
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