La física exige rigor científico, hasta que se llega a un punto de quiebre, que impide avanzar más allá, es el momento cuando el pensador cierra los ojos e ingresa con el pensamiento.
La física sin la metafísica carece de contenido por lo tanto es incompleta, es falsa. La metafísica, es lo indemostrable, comprende los estados anteriores de la materia, que sólo intuimos, presentimos, padecemos, disfrutamos. Es la imaginación, es la idea, es el descubrimiento, es Eureka.
Constituyen verdaderos mundos, escondidos por dimensiones, que disminuyen en complejidad, pero incrementan en antigüedad, y por lo tanto en sabiduría. Personas hay, que reúnen como muñecas rusas, los estadios anteriores, de los que se irán despojando, hasta llegar a la esencia. No por eso ganan en felicidad, por contrario su estado de compromiso, le exige mayor sufrimiento. Se deben llevar la experiencia del dolor y la gravedad, física como espiritual, son los estoicos que se abstienen y soportan.
Sólo para ellos esta reservado el conocimiento, porque son los únicos en condiciones de recordar, que es la única forma de comprender aquello que se ve, que se cuenta, que se mide y se pesa, pero también, lo que no se ve, no se cuenta, no se mide ni se pesa.
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