El planeta Júpiter, que actualmente se muestra contra ricos campos de estrellas y nebulosas de nuestra galaxia, resplandece en el firmamento nocturno. Su brillo casi abrumador aparece en la parte superior de esta fotografía de la Vía Láctea central, tomada con teleobjetivo. La escena abarca unos 20 grados en el firmamento e incluye la silueta de LDN 1773 contra la luz estelar, una nebulosa también conocida con el popular apodo de la nebulosa de la Pipa por su aparente perfil de tallo y cuenco. La nebulosa de la Pipa forma parte del complejo de nubes oscuras de Ophiuchus. Situados a una distancia de unos 450 años luz, estos densos núcleos de gas y de polvo se desploman para formar estrellas. Júpiter, cerca de su oposición al Sol que tendrá lugar el 12 de junio, se encuentra a tan sólo 36 minutos luz de la Tierra. Los fans de las manchas oscuras del firmamento detectarán seguramente la nebulosa de la Serpiente que hay debajo a la izquierda del resplandor de Júpiter. Texto Nasa
Júpiter brillando como estrella invita a la siguiente reflexión.
Se sostiene que Júpiter es una estrella que no fue, porque quiso y no pudo, y yo sostengo es una estrella que fue, de una dimensión menor que dejó como residuo lo que vemos y terminara como la tierra cuando el núcleo rocoso asome después de haber despedido la cobertura gaseosa.
Tan estrella que tenía su propio sistema bastante poblado de los que a su tiempo fueron planeta y hoy clasificamos como satélites.
Tal fueron los demás planetas gaseosos como Urano y Neptuno a propósito de los cuales acoplo lo siguiente, por ser la tierra el rocoso remanente de otra estrella.
La sonda Voyager tomo la siguiente imagen de la tierra en el año 1990 a 6.4 mil cuatrocientos millones de Kilómetros habiendo sobrepasado la órbita de Neptuno fotografía que localice en un diario de Kazajistan que me pareció oportuno incorporarla a este post.
La tierra es el punto blanco sobre la primera de la derecha.
Estimo que cada uno de los ríos de "polvo" como si fueran anillos de la órbita donde circulan corresponderían a un planeta el terroso a la tierra, el verdoso a Venus y el rojo a Mercurio. Por supuesto es conjetural y dejo a los lectores que elaboren la que consideren mejor teoría
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